jueves, 16 de junio de 2016


San Marcelino Champagnat, es el fundador de la Comunidad de Hermanos Maristas que está extendida por los cinco continentes y en 81 países, magnífica obra que comenzó gracias a un sueño generado por la experiencia Montagne y que en el año 2017 celebrara 200 años desde su fundación.



La ideología de San Marcelino Champagnat puso un objetivo claro: “Formar buenos cristianos y honrados ciudadanos, y nos presenta a María como modelo de educadores y educandos en su predilección por la sencillez, el trabajo y la vida de familia”. y he de ahí que una gran mayoría de la comunidad marista está destinada a la educación, en Jardines Infantiles, Escuelas Primarias, Colegios y Universidades donde se imparte una educación integral, que quiere decir que forma a la persona en todos sus ámbitos (intelectual, ético, social y personal) para así crear buenos cristianos y buenos ciudadanos. Para Marcelino y La comunidad Marista siempre fue importante María o como el la llamaba “La Buena Madre”, quien era su recurso ordinario y en quien deposito toda su confianza a lo largo de su vida y aun 200 años después La Buena Madre sigue teniendo un papel principal para la comunidad.



San Marcelino Champagnat fue un hombre que a pesar de los obstáculos de la época y que reconociendo sus limitaciones pudo hacer grandes cosas. Nació el 20 de Mayo de 1789 en Marlhes, un pueblo de las montañas del Centro-Este de Francia, en el momento en que estalla la Revolución Francesa. Es el noveno hijo de una familia profundamente cristiana. Su madre María Chirat y una tía suya exclaustrada, despiertan en él una fe sólida y una profunda devoción a María. Su padre Juan Bautista Champagnat, agricultor y comerciante, poseía una instrucción superior a la normal por aquellos pueblos, está abierto a las nuevas ideas y desempeña un papel político importante en su ayuntamiento y en toda la región.

Cuando Marcelino tiene 14 años, un sacerdote de paso por su casa, le hace descubrir que Dios le llama al sacerdocio. Los años difíciles de su estancia en el seminario menor de Verriéres  son para él una etapa de extraordinario crecimiento humano y espiritual.
En el seminario mayor de Lyon tiene por compañeros, entre otros, a Juan María Vianney, futuro Cura de Ars, y a Juan Claudio Colin, que más tarde será el fundador de los Padres Maristas.
 

Posteriormente Marcelino junto con otros seminaristas forman un grupo con el proyecto de crear la Sociedad de María y conmovido por la miseria cultural y espiritual de los niños siente la urgencia de crear una congregación dedicada a la educación cristiana de la niñez y la juventud. Decía con frecuencia: "No puedo ver a un niño sin sentir el deseo de decirle cuanto le ama Jesucristo".

Al día siguiente de su ordenación sacerdotal (22 de julio de 1816) este grupo de sacerdotes jóvenes van a consagrarse a María y a poner su proyecto bajo su maternal protección en el santuario de Ntra. Sra. de Fourviére.

Posteriormente queda dolorosamente conmovido al encontrar a un joven de 17 años que está a punto de morir y que no conoce nada de Dios. Este hecho le mueve a poner en práctica su idea de fundar un grupo de maestros dedicados a la instrucción cristiana de los niños del campo.



En 1817 Apasionado por extender el Reino de Dios y consciente de las inmensas necesidades de la juventud de los ambientes rurales, logra convertir a los jóvenes campesinos que viven con él en apóstoles de Cristo y de María. En seguida empieza a abrir escuelas, y pronto la casita de La Valla, ampliada con el trabajo de sus propias manos se queda pequeña; aunque después Marcelino y sus Hermanos participan en la construcción de una nueva casa capaz de acoger a más de cien personas, a la que da el nombre de Ntra. Sra. del Hermitage



En 1836, la Iglesia reconoce la Sociedad de María y le confía la misión de Oceanía. Marcelino pronuncia los votos como miembro de la nueva Sociedad y envía a tres de su Hermanos con los primeros misioneros Padres Maristas a las islas del Pacífico. "Ninguna de las diócesis del mundo está excluida de nuestros planes", escribe a un obispo.

Las gestiones para lograr el reconocimiento legal de su congregación le llevan mucho tiempo y le piden mucha energía y espíritu de fe. Pero no deja de repetir: "Cuando se tiene a Dios de nuestra
parte y cuando no se cuenta más que con El, nada nos es imposible".


La enfermedad logra vencer su robusta constitución. Agotado por el trabajo, muere a la edad de 51 años el 6 de junio de 1840, dejando a sus Hermanos este precioso mensaje: "Que no haya entre vosotros más que un solo corazón y un mismo espíritu. Que se pueda decir de los Hermanitos de María, como de los primeros cristianos: Mirad cómo se aman".



Después de todo, el trabajo de Marcelino ha dado grandes frutos que se pueden apreciar a grandes rasgos en todo el mundo, sacando adelante a un sueño y a miles de personas que se han abandonado al amor de la buena madre, la labor de este hombre ha sido impecable y como afirman varios hermanos maristas contemporáneos “ser marista le cambia a vida” y eso lo puede afirmar cualquiera que haya podido disfrutar de ser Marista.

 

 

NOMBRE COMPLETO MARCELINO JOSE BENITO CHAMPAGNA CHIRAT
FECHA DE NACIMIENTO 20 DE MAYO DE 1789
FECHA DE MUERTE 6 DE JUNIO DE 1840
FECHA DE CANONIZACION 29 DE MAYO DE 1955
LUGAR DE NACIMIENTO MARLHES - FRANCIA
NOMBRE DE LA MADRE MARIA TERESA CHIRAT
NOMBRE DEL PADRE JUAN BAUTISTA CHAMPAGNAT
PRINCIPAL OBRA COMUNIDAD DE LOS HERMANOS MARISTAS

 
LIANNY MARCELA LOPEZ
COLEGIO CHAMPAGNAT IPIALES
 

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